sábado, 26 de mayo de 2007

LA ESPIRITUALIDAD QUECHUA Y EL SOLSTICIO

La celebración del año nuevo andino es la más trascendental en nuestra cultura, porque representa la conmemoración a la vida que Huiracocha da al hombre y a los Dioses. El 21 de junio marca no solo la repetición anual de un ciclo de actividades agrícolas y sociales, sino que equivale a la paz espiritual y a la bendición material que el Creador del Universo dispensa al mundo, en ese día a través de los primeros rayos solares.

Por ello, recibir las bendiciones del Dios Sol, mejor conocido como Inti, es recibir la armonía en nuestros hogares, la felicidad con los seres amados y toda suerte de abundancia en nuestras vidas.

Restituimos estas milenarias ceremonias divididas en dos grupos principales:
- las primeras referidas a la veneración de las siguientes divinidades: El principal y creador de la Humanidad, Huiracocha (y todos los dioses del Janaq Pacha o cielo andino), Inti (Dios Sol), Pachamama (la Madre Tierra y todos los concernientes al calendario agrícola, habitantes del Kay Pacha "la tierra que habitamos") , Huari (la divinidad del subsuelo y nucleo de vida en el mundo, con los serenos, anchanchus y cacharpayas).

- El segundo grupo referido al hombre y su relación con las divinidades, así tenemos:
Presentación al sol (cuando un nuevo ser es presentado a su creador, Huiaracocha y al Padre Sol), Matrimonio Andino (la unión perfecta y armónica entre el hombre y la mujer en un solo objetivo de vida bajo la bendición del Dios Sol, la Pachamama y el Pachatata), el Ritual Funeral (o K'acha Kausay hacia el Kori Llaqta "el paso hacia una vida mejor", a la "ciudad de oro".

Todos estos rituales y muchos mas sólo son practicados en algunas comunidades, y los damos a conocer a nuestra sociedad en general. De una manera pura, con esa esencia ancestral, resultado de una rigurosa vivencia y práctica de estos ritos milenarios.